Comienzo a odiar a Cinemex

Suelo ir al cine a Cinemex, quizá la opción más común aqui en el DF y en términos generales pese a uno que otro detalle siempre me había parecido una buena opción.

Ni tan amolada como el socorrido Multicinemas de Torres Lindavista ideal en antaño para los estudiantes con poco varo (los miércoles la entrada salía como en 15 pesos creo) y a unos pasos de la escuela, todo atendido por gente de la tercera edad y eso si con unas salas dignas de película de terror pintadas de amarillo deprimente con butacas rojas rechinantes y casi con el relleno de fuera. Tampoco tan caro como aquel dia que acabé con Pitt en un Cinemark de no recuerdo dónde y en el que pagar aquel entonces 40 0 45 pesos por un cine que senti tan «X» se me hizo un tanto excesivo.

Los últimos meses, sin embargo, no he podido decir lo mismo y hay varias cosas que me están haciendo odiarlo, aqui enlisto algunas de ellas:

  1. Su tecnología puede ser una pesadilla. Es de risa llegar a comprar un boleto y que se ponga a anotar en sus libretitas porque «no hay sistema». Y doblemente de risa cuando te tienen que abonar puntos si tienes tarjeta de Invitado Especial. El climax llegó el dia que fui a recoger la dichosa tarjeta de Invitado Especial Oro, resulta que me dicen que no aparezco y que la única forma de validar es presentando mi ticket de cuando la tramité, que en algún lado de mi desordenada habitación debe de estar. De lo contrario tengo que volver a pagar $30 pesos por el trámite. Después de medio quejarme y hacer comentarios sarcásticos en la cara de la chava que me atendía pensé «al demonio con la tarjetita, que ni que fuera la gran cosa» y decirles «hay nos vidrios». En eso otro cuate que atendía me dice: «creo que yo me acuerdo de ti, al parece el dia que veniste se cayó el sistema y se perdió tu información» y yo puse cara de «será el sereno pero pues qué chafa». Total que le dice a la chava que me saque de nuevo un ticket sin pagar nada y ahora tengo que volver a ir en una nueva fecha, a ver que novedad.
  2. Su nueva página es terrible. Esta va de la manita con el anterior, pero bien merece un punto aparte. Gracias a Marcos me entero que Cinemex estrena nuevo diseño en www.cinemex.com. El anterior tampoco era lo mejor, pero este esta para llorar. Ahora su «compra rápida» te obliga estúpidamente a elegir tu ciudad, complejo, película, fecha,  horario y el color de tus calzones para poder hacer una maldita consulta que con suerte funcionará. Yo ya estaba más que acostumbrado a buscar por película o buscar por complejo y fin de la historia con eso me bastaba y era feliz (Pus ¿qué no piensan en sus usuarios?). De paso como buenos mexicanos decidieron «liberar» (ja ja se nota que soy de sistemas verdad) la página teniendo un buen de detalles aún (ouch! mi lengua), que por cierto uno de ellos me permite ir a la funcionalidad viejita donde soy feliz de nuevo (click en Interactúa en la parte de abajo de la página). Y con eso de que ahora tienen nuevos jefes decidieron darle una manita de gato, cambiaron el logo un poco para que ahora parezca una filial de las pinturas Comex y total que les ha quedado medio cajeto.
  3. Los mismo pero más caro. Con el pretexto de la crisis y la influenza a todo le subieron sus 5 pesitos. Me chocan cuando dicen que «comparado con otros países» el cine aqui es baratísimo. Te lo creo si me incluyes a como esta el salario mínino en esos países, porque la realidad es que para millones de mexicanos sigue siendo un lujito que no se pueden dar y menos si se hicieron de 5 o 6 chamacos, pero bueno eso ya es otra historia. Sé que esto no es exclusivo de Cinemex, aunque siendo honestos ya no hay diferencia con sus precios y los de otros cines.  Pero ¿de verdad los precios están justificados y no hay otra forma sacar las cuentas? Sobre todo hablando de los productos, los cuales por cierto rara vez compro, donde hay algo que sencillamente no me cuadra. La ultima vez que fui veía como un inofensivo Pelón costaba unos 15 pesos. Medio litro de refresco $24 pero no dejes ir la oportunidad porque «por solo $4 pesitos más te llevas el vaso grande» o peor aún, compra y por solo «$14 pesos más llevate un chocolate o mordisco» (regalado). Con razón ir al cine con la novia o peor aún con la familia puede ser un desfalco (más si hay niños chiquitos de por medio). Se pueden argumentar muchas cosas a favor pero para mi la idea es simple, si me gasto menos de $20 pesos por 2 litros de Coca-Cola en la tienda y tengo que pagar $28 por poco más de un litro de Coca-Cola diluida en el cine ¿qué es lo que hace la diferencia, el plus? Ya de perdis que me lo sirviera una conejita playboy o algo asi pa’ desquitar.  Díganme codo, pero hay que ver calidad y precio y aqui la diferencia es abismal que no encuentro más razón que la de querer querer sangrar a la gente. Yo por eso mejor me voy comido o como algo saliendo. Me pregunto, ¿de plano no saldrían las cuentas si sus productos fueran más baratos? Me ilusiona pensar que la gente compraría más, pero igual y me equivoco. Por cierto, que levante la mano el que ha metido los alimentos de contrabando, ¿verdad que no soy el único? Y menos con mi inocente madre que casi casi nos lleva las tortas de frijol con huevo debajo de la ropa y yo con cara de «trágame tierra» (ja ja, aplausos a mi madre).
  4. Un servicio cada vez más pobre. Para salir con las cuentas (según), la solución con frecuencia es tener a menos chavitos haciendole de «pulpos». Y si a eso le sumamos que algunos andan bien atarantados o de plano son conchudos, el resultado no es nada bueno. Me ha tocado esperar los minutos en paqueteria esperando que algún chavo se apiade de nosotros y termine de despachar las palomitas a un cliente para correr a entregarnos nuestras cosas. Las películas fallan y hasta que alguien de los espectadores corre a buscar ayuda es que se dan cuenta del detalle.
  5. Maten al papá «pidata» y toda su prole. Se que esto no es culpa directa de Cinemex pero me vale, tengo que aprovechar. Porque despues de ver unas dos o tres veces el corto para evitar la piratería de plano se te hace castroso. De puro desahogo te dan ganas de salir a comprarle todas las películas pirata al primer puesto que te encuentres. A las escuinclas pulgosas esas me dan ganas de encontrarlas en la calle y azotarles sus cabecitas contra una banqueta.  Curioso que cuando sale el corto se oyen un buen de risitas y chistes, todo es una burla. No es que este a favor de la piratería (aunque tampoco estoy completamente en contra, pero ya explicaré otro dia) lo cierto es que a veces pongo en duda el beneficio de esas campañas que luego tienen el efecto contrario en mi y no sé en cuantos más. ¿Efectivas? Nel, soy un completo incrédulo.

Y bueno ya me desahogué y ahora ya no le soy tan fiel a Cinemex y he experimentado con otras opciones (tambien con sus deficiencias por cierto). Habrá que ver si este no es uno de los negocios a los que el futuro no les pinta nada bueno (¿verdad Blockbuster?) y después nos echemos la pelotita de quién fue el primero que le puso la estocada final, nosotros o ellos.

¿Y tú que otras cosas le añades a la lista?

P.D. Por cierto, no solo me quejo aqui, también me voy a quejar con los de Cinemex, no sé si me pelen, pero de todas formas no me quedaré con las ganas.