ChatGPT es la computadora que soñé de niño

Estaba haciendo consciencia hace unos días que ChatGPT es justo lo que yo me imaginaba de niño que era una computadora. Probablemente tendría como unos diez años y estaba en la escuela primaria. Eran los ochentas o principios de los noventas. Y soñaba con tener una computadora porque creía que justo era una terminal en pantalla monocromática (como eran en aquellos días) donde uno escribía preguntas y el aparato te las respondía. Así de simple e ingenua era mi concepción. Y yo quería una para hacerle todas las preguntas del mundo.

Con el tiempo entré a una secundaria privada que ofrecía clases de computación y leí mis primeros libros de computadoras. Comencé a aprender los comandos de MS-DOS y a programar en BASIC con lo cuál me quedó claro que mi idea acerca de las computadoras estaba equivocada. Lo que sí revela la existencia de ChatGPT es que mi sueño era el sueño de otros tantos: una terminal que te pudiera brindar respuestas a tus preguntas.

Estamos muy cerca de facilitar y normalizar la interacción con dichas terminales. La comunicación seguramente pasará a ser verbal. Si se consiguen en breve reducir los tiempos de respuesta o quizá descentralizar el «cerebro», es probable que haya dispositivos con los que podamos «entablar pláticas» o que nos ayuden a hacer todo lo que ya hacemos ahora tecleando pero solo usando nuestra voz.